Las 5 peores operaciones de la historia con un dedo gordo
Desde la antigüedad hasta nuestros días, los traders de todo el mundo han cometido errores terribles que les han costado -a ellos o a otros- mucho dinero.Se llaman operaciones "con el dedo gordo", y aquí presentamos cinco de las peores, incluyendo perderlo todo por un plato de sopa y por qué nunca deberías beber y operar...
1. Esaú cambia su primogenitura por otra.
Las
malas decisiones financieras tomadas bajo presión no se limitan a la
era del trading electrónico. En el libro del Génesis, la Biblia cuenta
cómo Esaú, el hijo mayor del patriarca Isaac del Antiguo Testamento,
traicionó la herencia material y espiritual a la que tenía derecho como
primogénito de su padre. Tras un duro día de trabajo en el campo, Esaú
renunció a estos derechos en favor de su hermano Jacob a cambio de... un
plato de sopa de lentejas. Esperemos que fuera una cena sabrosa.
Jacob
selló entonces el trato haciendo creer a Isaac que él era Esaú cuando
su padre se dispuso a darle su bendición antes de morir. Utilizando una
piel de animal, Jacob se hizo pasar por su hermano mayor, mucho más
peludo, lo que engañó a su padre casi ciego. A pesar de las pérdidas de
Esaú, Jacob y él acabaron reconciliándose.
Coste: incalculable
2. No beba y opere.
Avancemos
unos años hasta 2010, cuando, en primavera, se culpó inicialmente a las
operaciones con "dedos gordos" del flash crash de mayo, que hizo
desaparecer billones de dólares de los mercados bursátiles de todo el
mundo. Más tarde se demostró que estas suposiciones eran erróneas, pero
más adelante ese mismo año se descubrieron pérdidas que sin duda se
debieron a errores de los traders.
Tras un día de golf
corporativo y unas cuantas copas de más, el operador de petróleo Steve
Perkins decidió realizar algunas operaciones desde el portátil de su
casa. En las 24 horas siguientes, ordenó siete millones de barriles de
crudo por valor de unos 345 millones de libras esterlinas, lo que
representaba alrededor del 69% del comercio mundial de petróleo en aquel
momento, y pasó una factura bastante elevada a su empresa. La FSA
prohibió a Perkins operar durante cinco años e ingresó en un programa de
rehabilitación para alcohólicos.
Coste: 7,3 millones de libras y su carrera profesional.
3. Llegar hasta el final en Japón
En
2014 se produjo lo que podría haber sido una de las operaciones de big
finger más caras de todos los tiempos. En octubre, una serie de órdenes
accidentales de acciones de algunas de las mayores empresas de Asia,
como el fabricante de automóviles Honda y el grupo bancario Nomura,
golpearon el mercado de valores del país durante la noche, lo que
representa cientos de miles de millones de dólares en negocios. Entre
las órdenes figuraba una demanda de 1.900 millones de acciones de
Toyota, o cerca del 57% de su capital social total.
Afortunadamente
para todos los afectados, las operaciones solicitadas -realizadas por
un único operador japonés despistado- podían cancelarse y nunca llegaron
a ejecutarse. De haber sido así, la empresa del operador habría tenido
que hacer frente a una factura del tamaño de la economía suiza. Pero el
error debió de tener un coste significativo en términos de vergüenza
para los implicados.
Coste: 711.000 millones de dólares, aunque las operaciones nunca se ejecutaron.
4. Un día de pago muy bueno
Este
año se cometió otro enorme error de trading en Asia. Un empleado de la
empresa surcoreana Samsung Securities asignó por error 2.800 millones de
acciones a otros empleados de la empresa en lugar de pagarles un
dividendo de 2.800 millones de wones como estaba previsto. Esta cantidad
era más de 30 veces superior al número de acciones que Samsung tenía
realmente disponibles, pero eso no impidió que algunos empleados
cobraran rápidamente su ganancia inesperada de acciones "fantasma",
ganando unos 10 millones de wones cada uno.
El error dio lugar a
una investigación sobre Samsung Securities y el comercio surcoreano en
su conjunto. El valor de la empresa cayó más de un 10%, fue criticada
públicamente por el fondo nacional de pensiones de Corea del Sur, uno de
sus principales clientes, y el escándalo fue objeto de una petición al
Presidente de Corea del Sur.
Coste: podría haber ascendido a 100.000 millones de dólares, pero sólo se vendieron unas pocas acciones.
5. Un beneficio accidental
Es
muy raro que un error cometido con el dedo gordo acabe jugando a favor
de un trader. Pero eso es precisamente lo que parece haber ocurrido
recientemente. El nuevo day trader francés Harouna Traoré consiguió -a
pesar de sufrir inicialmente una pérdida de un millón de euros- acumular
un beneficio de 10 millones de dólares operando con futuros de renta
variable europea y estadounidense en una cuenta que no sabía que estaba
activa.
Sin embargo, la historia no acaba necesariamente bien
para Traoré. La plataforma de trading que utilizaba -la de la empresa
británica Valbury Capital- le dijo que había incumplido el contrato, que
las operaciones que generaron el beneficio eran por tanto nulas y que
sus operaciones serían canceladas. Traoré ha demandado a Valbury para
reclamarle unos beneficios que le pertenecen por derecho.
Coste: 10 millones de dólares, a menos que Traoré gane el caso.