domingo, 1 de diciembre de 2019

Europa y Rusia se preparan para construir una alternativa a Visa y Mastercard

Para los veteranos de la industria de pagos, es una vez más el "Déjà vu". A principios de la era de las tarjetas Visa y Mastercard, en los años setenta, las dos asociaciones de tarjetas americanas y los bancos europeos, que preferían sus servicios locales, denominados EuroCheque y Europay en aquel momento, tras varios cambios de marca, se vieron envueltos en una guerra de pagos. Los europeos argumentaron que cada vez que se utilizaba una tarjeta Visa o Mastercard en Europa, sonaba una caja registradora en los Estados Unidos. Era el equivalente populista de la política actual hace cincuenta años, pero las "guerras" han vuelto.

La cita escuchada por los funcionarios de la UE es la siguiente:

Hay señales claras de que Europa corre el riesgo de perder su ventaja económica.

Con este espíritu, el Banco Central Europeo (BCE), junto con 20 bancos franceses y alemanes, propone acelerar la implantación de una red de pago alternativa para competir con Visa y Mastercard. El proyecto ya tiene un nombre: la Iniciativa de Sistemas de Pago Paneuropeos (PEPS-I).

Según los informes de CBRonline, Benoît Coeuré, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, dijo en un discurso en Bruselas que deseaba ver un fuerte compromiso de los partidarios de la nueva iniciativa y una hoja de ruta clara... para que pronto puedan surgir acciones concretas.

Y añadió:

La dependencia de los agentes mundiales no europeos crea el riesgo de que el mercado europeo de pagos no sea capaz de apoyar nuestro mercado único y nuestra moneda única, haciéndolo más vulnerable a perturbaciones externas como las amenazas cibernéticas, y de que los poderosos proveedores de servicios en el mercado mundial no actúen necesariamente en interés de los agentes europeos.

Coincidentemente, los representantes del gobierno ruso se mueven en la misma dirección, pero por razones diferentes. Tras la intrusión de Rusia en la península de Crimea y la introducción de sanciones globales, las principales asociaciones de tarjetas bloquearon el uso de tarjetas de pago en Crimea. Rusia tuvo que sustituir la red por su sistema de pago MIR. Los legisladores rusos están considerando actualmente una nueva legislación, destinada a "romper la dominación de los proveedores de servicios de pago de EE.UU.".

Desde un punto de vista histórico, parece que la evolución de las últimas décadas se ha completado. Las entidades de pago europeas originales finalmente se alinearon con Mastercard, que adquirió las entidades mucho antes de su exitosa salida a bolsa en 2006. La oferta pública inicial de Visa tuvo lugar en 2008, pero su división europea optó por separarse. La sociedad matriz no ejerció su opción de compra hasta varios años más tarde, lo que permitió completar la fusión definitiva en 2016. En sólo tres años, el populismo ha vuelto.

La llamada de Coeuré a las armas en Bruselas está disponible en línea, pero sus conclusiones son sucintas y directas:

En este contexto, hay señales claras de que Europa corre el riesgo de perder su ventaja económica. Las soluciones específicas para cada país no tienen el tamaño y la escala necesarios, y la fragmentación nacional ha paralizado la competencia y sofocado la innovación a nivel paneuropeo. En el peor de los casos, esto podría poner en peligro la autonomía de los sistemas de pago europeos.

A continuación, concluyó: "La visión de una solución paneuropea de pagos al por menor liderada por el sector constituye, por tanto, el núcleo de la estrategia de pagos al por menor del Eurosistema que he esbozado esta mañana. Una estrategia paneuropea que facilite los pagos instantáneos, seguros y baratos -tanto en línea como en tiendas de ladrillos y mortero- tiene el potencial de cerrar la brecha y satisfacer las crecientes necesidades de los consumidores de pagos transfronterizos eficientes. La mejora de la accesibilidad, la calidad y la capacidad de elección también promoverá la inclusión financiera".

Estos mismos beneficios han servido como argumentos para la evolución que ha tenido lugar en los últimos cincuenta años, pero parece que las viejas ideas del populismo nunca mueren. Parece que reciclan una y otra vez, "Déjà vu", por así decirlo.